Es que hay muchas, muchísimas formas de vasos, copas y jarras de cerveza. Unas para tomar cervezas muy espumosas, otras para las más sobrias, algunas conservando tradiciones y muchas de ellas siguiendo modas de los lugares donde se elaboran las cervezas cuyas marcas lucen en bonitos dibujos, historiadas leyendas o escudos característicos.
La celebre copa para beber cerveza |
Por ahí andan mis comentarios sobre la de forma de cuerno con la que se degusta La Corne, la redondeada por abajo de la Kwak o la puntiaguda de las tabernas holandesas que provocaban la repetición de los bebedores. Solo tenéis que mirar en el índice de las entradas del blog para encontrarlas y conocerlas.
Hoy traigo a colación una copa de forma curiosa y de historial mas que reconocido aunque dotada de diversas leyendas que no siempre coinciden en los detalles aunque si derivan de un explicación común conservada a lo largo de los años.
Se le atribuye desde hace muchos años un origen castrense, militar, aunque más exactamente bélico, guerrero, con olor a trinchera y sabor descanso y a victoria.
La bota de cerveza es un vaso de vidrio de muy diferentes capacidades que, actualmente, se elabora, que yo sepa, en medidas de 1/3, 1/2, 1 y 2 litros de capacidad aunque he visto referencias a la existencia de las de litro y medio. Yo solo dispongo de un par de ellas con el significativo escudo de Munich.
Este curioso recipiente para cerveza, de forma simpática, cómodo de agarrar y en el que hay que beber con cuidado porque al pasar el líquido por la zona del tobillo puede dar origen a una burbuja, como en la de Kwak que puede remojar al bebedor se ha convertido en elemento insustituible de los estantes de los mejores comercios donde se vende cerveza o cualquier objeto con ella relacionado.
Se dice que esta copa, suele usarse en fiestas, para juegos protagonizados por bebida o simplemente como decoración aunque también es habitual encontrar estas copas en las ferias de cerveza, conocidas como Oktoberfest, tan habituales en Alemania y entre las que destacan las de Munich y Stuttgart por su impresionante montaje y multitudinaria asistencia de público y organización de actividades de diversión, aunque esta calificación puede estar influenciada por el hecho de que al ser las dos a las que he tenido la oportunidad de asistir son, lógicamente, las que me han causado una imborrable impresión.
Nos cuenta una leyenda que durante la Primera Guerra Mundial, los soldados alemanes tomaron la costumbre de beber la rica cerveza en grupo, pasándose una bota de uniforme llena, pues no tenían vasos en la que escanciarla.
Quizás por esta costumbre, con el tiempo, se asoció el beber de la bota con atraer la buena suerte, o al menos, brindar por ella en forma de victoria.Todavía en algunas fiestas en Alemania, Austria y países cercanos, suele darse una bota de cerveza como premio en algunos concursos populares.
Las cuatro copas más curiosas |
Una bonita copa, dotada de una no menos bonita tradición e historia, que, como es lógico, yo no podía renunciar a tenerla junto a las más curiosas de mi colección aunque sea la de un tamaño moderado para no incitar a cualquier amigo que venga a casa intentar emular a los soldados victoriosos de la gesta teutona.
Salud y buena birra.
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