lunes, 23 de febrero de 2015

LOS DORADOS TONOS DEL OTOÑO HOLANDÉS


Hace muchos años ya publiqué este artículo en una revista de turismo y viajes.
Hoy he estado charlando sobre Holanda y me ha despertado el ánimo de resucitar el artículo por si a alguno de los lectores le interesa.

UNA ENORME VARIEDAD DE LUGARES Y SENSACIONES DE PROFUNDA BELLEZA.

Para el viajero que recorre Europa o para el turista que quiere aprovechar los escuetos días de sus vacaciones, Holanda, ese pequeño país enfrentado desde siempre a los embates del Mar del Norte de los que se defiende mediante la ingente obra de diques y esclusas que protege sus tierras bajas de las amenazadoras inundaciones, supone el encuentro con una mundo en el que los lugares insólitos, los ambientes naturales, las viejas ciudades, las tradiciones mas añejas, las mas modernas formas de vida, el colorido y la singularidad configuran un mosaico curioso y apasionante.


A las grandes ciudades como Der Haag (La Haya), Amsterdam, Maastrich Utrech o Rotterdam se contraponen otras de medidas mucho mas reducidas en las que los aires que se respiran nos transportan a tiempos pasados que han quedado prendidos en sus añejas fachadas,

Delft, Haarlem, Gouda, Leiden, Dordretch, y tantas otras pequeñas ciudades, conservan el sabor de la historia y el aroma de las tradiciones en cada uno de sus rincones.

A través de todo el intrincado laberinto de sus canales, han pasado, a lo largo de los años, los viejos barcos cargados de tulipanes y de ilusiones. Sus aguas reflejan los bordados de los visillos que adornan las ventanas de unas fachadas que parecen extraídas de un decorado preciosista, los millares de bicicletas alienadas en sus orillas, o el revolotear de los pájaros que se miran en el espejo de la corriente.

En el otoño Holanda se viste de colores dorados que la llenan de un ambiente entre misterioso y añejo, con la transparencia de una atmósfera sutil y llena de aromas indefinibles.

El dorado de las hojas de los árboles reflejándose en el agua de los canales. El dorado de los tejados reverberando con las luces del crepúsculo. El dorado de las flores en los jardines apagando sus colores. El dorado de los interiores cálidos de sus pubs en los que los grifos de sus incontables clases de doradas cervezas lanzan destellos dorados a la luz de las lamparas de romántica silueta.

Uno de los motivos que podrían justificar un viaje a Holanda en otoño, además de disfrutar con la excepcional dulzura de sus otros incontables atractivos, sería, si no hubiera otro, el de conocer la cerveza en uno de los lugares donde con mas cuidado y delicadeza se produce.

Si los holandeses no fueron los que inventaron la cerveza, si es cierto que han sido de los que mas han velado por su calidad y su prestigio.

Los autobuses que a diario acuden llenos de visitantes a disfrutar de las impresionantes instalaciones de la cervecería Heineken de Amsterdam lo atestiguan tanto como los miles de turistas que se acercan curiosos hasta la sombre de un enorme molino, en donde se encuentra la pequeña fábrica IJ en la que un cantante reiterado dio rienda suelta a su ilusión de aficionado a la cerveza.

Copas altas y esbeltas o rechonchas y amplias, atulipanadas o de formasextrañas, sirven de marco al espectáculo burbujeante de las cervezas que ofrecen la amplia gama de sus dorados matices a sus incondicionales.


Seguramente merece la pena ponerse en manos del dueño de cualquier cervecería para, en el agradable entorno de sus paredes cubiertas de telas y maderas, aceptar sus sugerencias que, a buen seguro, pasarán por dar a conocer al viajero las cervezas de temporada, como la de otoño, la de Pascua, la de Navidad o la de guardar con sus especiales características, sabores, aromas y matices cromáticos.

El otro dorado que llena toda Holanda es el de los quesos. Quesos redondos de tersa superficie dorada o inmensas piezas, transportadas en una especie de angarillas por los fabricantes, que se exhiben en los mercados y las tiendas llenando la vista de su gigantesca presencia.

Un día de mercado en Gouda o en Volendam-Market es todo un espectáculo de animación y colorido.Quesos de todos los tamaños y calidades se ofrecen en una auténtica orgía gastronómica en la que predominan los tonos de oro que los identifican. Quesos jóvenes, frescos, recientes, alternado con los semicurados y con los viejos de fuerte sabor y delicioso aroma. Quesos con especias que resaltan su sabor o cuidadosamente tratados para ofrecer la suavidad de una textura cremosa y delicada. Quesos que parecen gigantescos reclamos, ofrecidos por vistosas campesinas de picudas cofias y escaparates urbanos, en las grandes ciudades, donde la variedad de los quesos atrae al paseante como un fastuoso decorado.

Y como complemento a esa agradable variedad de los tonos otoñales, los viejos edificios, los antiguos monumentos, los restos de un pasado repleto de historia y tradición, la belleza de sus templos o la curiosa arquitectura de las ciudades que tienen rincones capaces de trasladar a quienes los recorren a los tiempos remotos del medievo.

En cada ciudad, la casa del peso mantiene todavía la polea en su picuda fachada con la que se izaba el grano para el pago de los aranceles. En otras fachadas, deliciosos estucados o pinturas murales proporcionan un cálido a atractivo entorno al paisaje urbano.


Mas allá, en la gran ciudad, el estrépito de la circulación, la vorágine de los transeúntes o el entrecruzarse de los tranvías se unen a los destellos de los escaparates en los que refulgen los afamados diamantes que los maestros tallistas de Amsterdam trabajan con amor de artesano y minuciosidad de miniaturista.

domingo, 22 de febrero de 2015

CON LOS IMPORTANTES

La noche del pasado jueves fue, un año más, noche de fiesta, de reencuentros, de felicitaciones e, incluso, de añoranzas,

Se trataba de la noche en la que se celebraba la fiesta de entrega de los premios IMPORTANTES que, por trigésima vez, entregaba el diario Información.

Una noche singular y entrañable que tuvo como escenario el Auditorio Provincial de la Diputación de Alicante (ADDA) en el que nos dimos cita mas de dos mil personas y al que una vez más, el periódico tuvo la gentileza de invitarme.

Una noche de recuerdos de aquellas otras, similares, celebradas en el Casino de Alicante o en los salones del propio periódico y en la que pudimos constatar el crecimiento de la popularidad y la atracción que en cada edición pone de relieve la cita anual más destacada en la que se dan cita políticos, industriales, gentes de la cultura, del deporte e incluso compañeros de la prensa, en una mescolanza cordial que se manifiesta en los corrillos que se forman, cerveza en mano, durante el cóctel que se suele ofrecer al finalizar la ceremonia de entrega de los premios.

Era esta la quinta, sexta o séptima vez que yo acudía la vorágine de un acto que es, posiblemente, el mas importante, desde el punto de vista social, de cuantos se celebran en Alicante.

Tuvo la gentileza de permitirme compartir su automóvil, ya que yo no conduzco, mi amigo el propietario de la Televisión Benidorm, Alex Rodriguez, cuya esperanza de conseguir reabrir su 'tele' consiguiendo la injustamente usurpada licencia no cesa manteniéndolo siempre en primera línea de la actualidad y presenta allí donde se suscita la noticia o la actualidad.

Hubo saludos a alcaldes, concejales, políticos, compañeros, amigos como Pepe Cholbi o Blás de Peñas y, sobre todo, el reencuentro con un entrañable amigo y compañero.

Cholas y yo
Me refería, nada más y nada menos que a Cholas, cariñoso apelativo por el que amigos y familiares conocemos, desde antiguo a Perfecto Arjones, eminente fotógrafo, reportero con ojo de lince y pintor de delicadas esencias y junto con el que formamos el dúo más veterano de gentes del diario presentes en el acto.

Siempre es un placer reencontrarme con Cholas a quien conocí desde el momento mismo en que llegó a tierras alicantinas, procedente de su Galicia natal, cargado de ilusiones y acompañando en sus trabajos periodísticos a su paisano Pedro Rodriguez, al periodista alicantino José Vidal Masanet o a la reportera Pirula Arderius.

Muchas han sido las jornadas compartidas y miles las anécdotas que podríamos contar, mano a mano, de nuestros encuentros en actos, citas, encuentros, festivales y exposiciones. Alguna anécdota y recuerdo salieron a relucir en la fiesta de 'los importantes'.

Me dijo Arjones que pronto va a montar una nueva exposición y un libros donde recoja algunas de sus experiencias profesionales.

No para el tío.
Le deseo mucha suerte.

Del acto en sí se puede destacar que estuvo muy dignamente presentado y realizado con una puesta en escena adecuada y en la que solo se pudieron detectar algunos pequeños fallos de realización que nos pudieron pasar desapercibidos si no hubiera sido por el ojo crítico de Alex que no puede prescindir de su sentido profesional esté donde esté.

Muy dignas las presentaciones de los premiados haciendo gala de una brevedad y concisión muy de agradecer y precioso el trofeo, consistente en una estilizada escultura de Adriano Carrillo. Como fín de fiesta breve concierto de guitarra por el mexicano Misael Barraza y espectáculo final, al aire libre, de la compañía Carros de Fuego.

Un año más de Importantes de Información y a esperar al próximo año en el que espero volver a asistir una vez más.

miércoles, 18 de febrero de 2015

EL PORQUÉ DE MI AFICIÓN

EL PORQUE DE MI AFICIÓN A LA CERVEZA

La historia comenzó hace un montón de años cuando yo, como colaborador de la revista de turismo SPIC cumplía el encargo de realizar en cada uno de los números mensuales una sección que se titulaba "En torno a la bodega" donde comentaba y criticaba bebidas, especialmente vinos y aguardientes que era, en aquella época, lo que yo más conocía y en lo que más impuesto me encontraba gracias a mis continuos contactos con bodegas y expertos de los aprendí cosas suficientes como para llenar mi página todos los meses.
En uno de esos periodos me surgió la oportunidad de realizar un viaje a Cuba, a donde me habían invitado varias veces sin que, por unas u otras razones, hubiera aceptado nunca la invitación,
Instalado en el avión de Cubana de Aviación en el que realizada el traslado, fui invitado a tomar algo y, cuando intenté consumir algún vino me dijeron que el único que tenían era un vino búlgaro de marca desconocida por mí y de un sospechoso aroma que no me apetecía acostumbrado como estaba, a los ricos caldos españoles de Rioja, Ribera del Duero, etc. etc.
Al verme poco animado a aceptar la invitación, la azafata, tan amable como guapa, me sugirió una cerveza cubana que acepté de inmediato con curiosidad sirviéndome una "Clara" que me satisfizo plenamente sería por la sed que había acumulado en el largo viaje.
La azafata, solícita, vino a preguntarme que me había parecido y al comentarle mi satisfacción me ofreció otra, de marca diferente y que dijo era de mejor calidad, trayéndome, de inmediato, una Hatuey, marca con la que conectaría muchas otras veces durante mi viaje.

Más sabrosa, efectivamente fue esta segunda degustación que repetí varias veces durante el largo trayecto que incluía una escala para repostaje en tierras canadienses a causa de los problemas que causaba el boicot declarado por los EE.UU.
Llegado a La Habana y en manos ya de mis anfitriones, los responsables de turismo que me habían invitado y algún periodista conocido de antiguo, empecé a enterarme de como estaba el tema de las bebidas no licorosas en la isla donde, al no haber plantaciones de uva, no se producían vinos teniendo que surtirse de los vinos búlgaros, comercializados dentro del área de influencia soviética, y un solo vino español: el Sangre de Toro de las bodegas Torres pero sin embargo producían variadas y ricas cervezas, creo recordar que dieciocho, que me dedique a ir conociendo prestando especial atención a la Cristal,
la Bucanero
y otras muchas marcas de las que lamento no recordar todos los nombres ni características pero algunas de las cuales traigo a este comentario.


de la que sí me acuerdo, y mucho, es de una cerveza que por aquel entonces se fabricaba en Santiago de Cuba, en el Oriente de la isla, que se llamaba "Cabeza de Lobo" y que temía la friolera de dieciocho grados.
¡Lástima que dejara de fabricarse! aunque ahora he visto en la web de algún almacenista o distribuidor de cervezas que se sigue fabricando una negra, también de elevada graduación aunque no he podido saber si sigue fabricándose en Santiago o si se elabora en la fábrica de La Tropical, a juzgar por su etiqueta.


Resultado de este feliz viaje y de mi experiencia cervecera que ampliaba la escasísima de haber tomado, muy de tarde en tarde, una cañita, fue que cuando regresé y tuve que enfrentarle a la página del artículo mensual de "En torno a la Bodega", al no tener un tema vinícola mas cercano a que referirme, como era natural tuve que escribirlo sobre las cervezas cubanas, tema que ha constituido, posteriormente, el protagonismo principal de mis trabajos sobre bebidas a lo largo de muchos años.
A partir de ahí y dada la grata sorpresa que me supuso descubrir una bebida de grato paladar, altamente refrescante, buena como aperitivo y de tanta variedad en sabores, colores, aromas, texturas y características como los propios vinos, ni que decir tiene que dedique la mayor parte de mis esfuerzos a documentarme sobre las cervezas, conocer el mayor número de ellas posible, estudiarla e incluso enseñar en distintos foros los conocimientos que había adquirido.
Y viajando, viajando, también he tenido la oportunidad de conocer y visitar muchas fábricas de cerveza en diferentes países de las que ya comentare cosas en otro momento.
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P.S./ No quiero abandonar este blog sin comentar que, a pesar de lo dicho de los vinos en Cuba, también encontré un día, en un almuerzo al que fui invitado por el alcalde Santiago de Cuba, botellas de Marqués de Cáceres que pedí que fuera el vino de la comida y que le valió una bronca al capitán (apelativo del maitre/sumiller en Cuba) por parte del alcalde por no haberle dicho nunca que tenían un vino tan excelente a disposición de los clientes.

  

  


Las deliciosas cervezas de abadía

Las deliciosas cervezas de abadía

Durante muchos años los secretos de la gastronomía, como muchos de la cultura, se escondían celosamente en la tibia penumbra de los conventos donde los religiosos, dedicados al "ora et labora" ordenado por su credo, miniaban bellos manuscritos, trabajaban el campo, ejercían de delicados artesanos e investigaban en la alquimia de unas bebidas que habrían de llevar recursos a sus no siempre pujantes comunidades.
Así nació el champagne de la mano de aquel inefable Dom Perignón y así nacieron los Chartreusses, los Benedictine y tantos otros licores mientras las cepas de los recintos conventuales producían vinos cada vez mas afamados. En este ambiente no es de extrañar que las abadías del centro y del norte de Europa se sumaran, con un cierto entusiasmo y mucha dedicación, a la producción de unas cervezas que, con el correr de los tiempos, habrían de hacerse famosas en casi todo el mundo.
Recintos conventuales de Bélgica, Holanda y Alemania vieron aparecer las marcas que glorificaban, en muchos casos, a los santos de su devoción y que en otros inmortalizaban el nombre de las abadías donde se llevaban a cabo las labores de malteado y fermentación que dieran origen a cervezas de elevada calidad y gran prestigio.
De entre todas ellas, los monasterios de la orden trapense fueron algunos de los mas prestigiosos cerveceros de Europa. Todavía, en la actualidad, solo tienen derecho a titularse "trappist" o cerveza trapense, aquellas que se elaboran en cinco monasterios belgas y uno holandés a los que se les ha conferido la paternidad de todo un estilo de cerveza altamente valorado.
Westmalle (Abadía trapense), Chimay (Abadía de Notre-Dame de Scourmont), Rochefort (Abadía de Notre-Dame de Saint-Rémy), Orval (Abadía de Notre-Dame d’Orval), y Westvleteren (Abadía de Saint Sixtus) en Bélgica y Schaapskooi (Abadía de Koningshoeven ) en Holanda, son las seis privilegiadas cervecerías que mantienen el privilegio de nominar a su productos con el apelativo de "trappist" a condición de conservar, escrupulosamente, los métodos de fabricación puestos en práctica por los frailes desde hace varios siglos.
Coinciden las cervezas que son allí elaboradas no solo en la denominación sino también en sus características que pueden resumirse en su fermentación alta, y refermentación en botella, aun cuando en sabores y aromas difieran notablemente unas de otras hasta el punto de que algunas son de marcado sabor amargo y fuertemente lupulizado como la Orval o la Chimay mientras que otras, como la Rochefort tiende a mostrar sus características de sabor un tanto dulce y aromático.
Suelen distinguirse los fabricados por cada una de las abadías por sus tapones de chapa que indican el tipo mediante códigos de color bien conocidos por sus incondicionales consumidores.
Otros conventos y abadías se dedicaron también desde hace tiempo a la fabricación de la cerveza con características muy personalizadas, si bien, por haber dejado los frailes las tareas de fabricación, han traspasado a fabricas instaladas en sus alrededores, e incluso en el mismo recinto del viejo convento, la posibilidad de mantener las marcas acreditadas a lo largo del tiempo siempre que se comprometan a no alterar los procedimientos tradicionales de fabricación que las hicieron alcanzar prestigio.
Estas cervezas se denominan "de abadía" y suelen tener nombres que recuerdan los de los conventos donde se empezaron a fabricar, los de los santos patronos de la región, o los de los patronos de las órdenes a las que pertenecían sus fabricantes.
Antiguos monasterios benedictinos como los de Maredsous o Affligem y otros como Leffe, Grimbergen o Corsendonk siguen teniendo cotas de mercado considerables en el mundo cervecero merced a sus magníficos productos. Junto a ellos el monasterio francés de Sainé Landelín o las marcas holandesas Capucjin o
Raaf siguen unas tradiciones que han cruzado el océano para implantarse en Norteamérica donde cervecerías de Massachussetts o Colorado fabrican cervezas "ale al estilo de abadía" que han conseguido aproximarse bastante a las europeas.
Menos conocida es la tradición de las cervezas elaboradas en monasterios alemanes como los de Weltenburg, Kreuzberg, Mallesdorf o Ettal que, con bastantes siglos de tradición cervecera, donde no sólo los frailes benedictinos, franciscanos o agustinos, sino también comunidades de monjas franciscanas como las de Mallesdorf, consiguen productos de muy buena calidad que se suelen denominar "Kloster", recordando su origen en los claustros monacales.

Cervezas rubias, doradas, ambarinas, morenas u oscuras. Mas o menos lupulizadas. De diferentes texturas y variadas cualidades que nacieron en el recogimiento de las celdas y claustros de los monasterios y que hoy son un preciado tesoro para los amantes de las buenas cervezas.

lunes, 16 de febrero de 2015

BIRRA, BIRRA..

Como algunos de los que tengan la amabilidad de leer este blogg, tardío y exento de la debida y exigible continuidad, ya sabrán, porque me conozcan, que soy bastante aficionado a la cerveza.
Muy aficionado, sería más justo decir. Algún  día me decidiré a comentar de donde, como y porque adquirí esta afición en tierra algo lejanas y que no eran las de Alemania ni las belgas como podría suponerse.
Hoy, por haber leído un trabajo que confirma, una vez más, mi convicción de que es una bebida/refresco/alimento que, además de gratificante y agradablemente refrescante, goza de unas características que la hacen aconsejable para una gran mayoría de los seres humanos, me apetece reproducirlo aquí "para general conocimiento" como se decía antiguamente en los bandos municipales.
El trabajo es éste y su origen en el digital Ultima Hora. Ahí queda eso:

Los 13 beneficios de la cerveza para la salud

Los 13 beneficios de la cerveza para la salud 

El consumo de cerveza en cantidad razonable puede ayudar al cuerpo de distintas maneras. Varios estudios señalan que ingerir esta bebida espumosa puede ayudar al corazón, los riñones así como puede ayudar a los hipertensos ya que contribuye a la hidratación del organismo, entre otras cosas.

A continuación enumeramos los 13 puntos que el portal de ciencia Muy Interesante elaboró con relación a los beneficios que aporta la cerveza al organismo, si se consume de forma moderada. Cada punto es resultado de una investigación realizada.


1.       Ayuda al corazón

Según un estudio llevado a cabo por científicos italianos, y publicado en la revista European Journal of Epidemiology, la cerveza, al igual que el vino tinto, tiene efectos beneficiosos para la salud cardiaca. Así, los bebedores moderados de cerveza tienen un 42% menos de riesgo de sufrir enfermedad cardiaca. Este efecto positivo se debe a los polifenoles que contiene que, antioxidantes naturales.

2.       Salud de los riñones

Las famosas "piedras en el riñón", que a tantas personas aqueja, encuentra un poderoso enemigo en la cerveza, ya que este dorado y espumoso líquido reduce el riesgo de desarrollar las piedras renales debido a su alto contenido en agua y su efecto diurético, afirmó la Asociación Americana de Dietética en un estudio publicado en ADA Times.

3.       Para la hipertensión

Un informe elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial y el Centro de Información Cerveza y Salud expuso que debido a que la cerveza está formada en un 93% por agua, contribuye a la hidratación del organismo, factor crucial para las personas que sufren de hipertensión arterial.

4.       Salud de los huesos

Beber cerveza moderadamente fortalece los huesos, es la conclusión a la que llegó un estudio de la Universidad de Tufts (EEUU) que puso de manifiesto que el silicio presente en la cerveza ayudaba a aumentar la densidad ósea de la cadera entre 3,5 y 4,5 veces más que las personas abstemias. El consumo excesivo de cerveza tiene, sin embargo, el efecto contrario: debilita los huesos.

5.       Contiene vitaminas del grupo B

Un estudio publicado en la revista Journal of Abnormal Psychology reveló que un tercio de cerveza aporta el 3% de la cantidad diaria de vitamina B12 recomendada. Esta vitamina es importante para el funcionamiento del sistema nervioso, para el cerebro y la regeneración de las células. Sin embargo, dado que el alcohol anula los beneficios de la vitamina B alterando las señales cerebrales responsables del autocontrol, es recomendable tomarla sin alcohol.

6.       Efecto diurético

Según un informe de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial y el Centro de Información Cerveza y Salud, la cerveza contiene altos niveles de potasio lo que produce un efecto diurético, esto es, provoca una eliminación de agua y electrolitos en el organismo, a través de la orina o de las heces.

7.       Aporta Fibra

La cerveza, al estar constituida por cebada, contiene beta-glucanos, un tipo de fibra soluble que ayuda a reducir los niveles de colesterol. No aporta una excelsa cantidad de fibra (0,75 gramos por 330 mililitros) pero se trata de un aporte extra de los 25 gramos de fibra diaria recomendados.

8.       Aumenta el colesterol bueno

Tanto la cerveza como el vino pueden aumentar el nivel de lipoproteínas de alta densidad, que ayudan a eliminar colesterol de las arterias y transportarlo de vuelta al hígado para su excreción, evitando enfermedades como la arteriosclerosis, según un informe elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial y el Centro de Información Cerveza y Salud.

9.       Herramienta contra el insomnio

La cerveza sin alcohol, al contrario de lo que sucede con la que sí tiene alcohol, puede ayudar a que conciliemos el sueño más rápidamente y a tener un sueño profundo y placentero durante toda la noche. Es la conclusión de un estudio realizado en España y que recogió la revista PloS One.

En el estudio, las mujeres que bebían cerveza sin alcohol antes de irse a la cama se durmieron una media de 12 minutos antes que las demás y tuvieron un menor número de movimientos durante el sueño e informaron de menores niveles de ansiedad.

10.   Previene el alzhéimer

Según un informe elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión, la cerveza contiene minerales como el silicio, el magnesio o el fósforo; todos ellos ayudan a disminuir los riesgos de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

11.   Beneficio para las embarazadas (Ojo, hablamos de la cerveza sin alcohol)

Según el libro "Mujer, Ginecología y Cerveza" de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), el elevado contenido en ácido fólico de la cerveza (pero en este caso sin alcohol), es muy beneficioso para la salud de las mujeres embarazadas, ya que es una vitamina clave en el sistema nervioso y para la regeneración de las células.

Además, reduce el estrés oxidativo de la madre tras el parto y en la lactancia, la cerveza aporta antioxidantes naturales que ayudan en la protección de enfermedades cardiovasculares.

12.   Para la menopausia

Además de levantar los ánimos y calmar la sed, tomar cerveza, según un informe elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión, ayuda a mejorar los síntomas de la menopausia. Varias investigaciones han concluido que el consumo de fitoestrógenos naturales puede llegar a retrasar la menopausia hasta incluso dos años.

13.   Previene el envejecimiento


Un estudio de la Sociedad Española de Hipertensión, reveló que la presencia de antioxidantes naturales en la cerveza ayuda a reducir los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento.

Bebed cerveza y ser felices. Salud.